Aires de cambio en Uruguay

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Quince años en el poder y una economía estancada con aumento del desempleo, freno del consumo y de la inversión privada, le pasaron factura a la coalición de izquierda Frente Amplio, que quedó en una compleja situación para retener el gobierno en el balotaje del próximo 24 de noviembre.

El Frente Amplio fue la fuerza política más votada en todo el país (39 %), pero perdió la mayoría parlamentaria que ostentaba desde 2005 en el Senado y en la Cámara de Diputados. En la otra vereda, el candidato del Partido Nacional, Luis Lacalle Pou, rozó el 29 % y se transformó así en el líder de la oposición.

El tramo final de la campaña había mostrado a la izquierda en crecimiento y sus principales referentes se manifestaban confiados en conservar las mayorías parlamentarias. Incluso no descartaban incluso ganar en primera vuelta.

Cuando se conocieron las primeras proyecciones de escrutinio, las caras largas en el cuartel general del Frente Amplio mostraban que, paradójicamente, quien había ganado la primera vuelta en realidad había perdido. Y es que la coalición de izquierda llegó a los comicios con un discurso fuertemente confrontativo con todas aquellas fuerzas políticas que hablaran de la necesidad de un cambio. Y si algo hicieron los uruguayos el domingo 27 fue mostrar que, más de la mitad, quiere un cambio después de tres lustros de gobiernos del Frente Amplio.

Sin mayoría en el Congreso y alejado de todos los demás partidos, ¿cómo podría el Frente Amplio captar los votos de ciudadanos que sufragaron este domingo por otros partidos para retener el poder?

No parece fácil. Para algunos analistas, incluso resulta poco realista pensar que eso sea posible. El candidato del Frente Amplio arranca la carrera hacia el balotaje en desventaja, ya que en la noche del domingo las principales fuerzas de oposición no tardaron en encolumnarse detrás de Lacalle Pou.

«Si algo hicieron los uruguayos el domingo 27 de octubre de 2019 fue mostrar que, más de la mitad, quiere un cambio»

La oposición se une

El histórico Partido Colorado, liderado por el economista liberal Ernesto Talvi, anunció tras conocerse los resultados que formará parte de una coalición por el cambio liderada por Lacalle Pou. Talvi recorrerá el país y hará campaña por el líder de la oposición.

Muchos dudaban de si Talvi se pronunciaría tan claramente en la misma noche de la elección. Pero el impulso del expresidente de la República y líder colorado Julio María Sanguinetti, quien volverá al Senado en 2020, llevó al nuevo líder del partido a no demorar un pronunciamiento y a transmitir a la ciudadanía que los dos viejos partidos fundacionales del Uruguay volverían a votar juntos en el balotaje.

Sin embargo, el apoyo colorado no garantizaba a Lacalle Pou la conformación de una coalición opositora capaz de contar con una mayoría en el Congreso que le permitiera aprobar proyectos clave. Para eso sería clave sumar al sorprendente Cabildo Abierto, un partido de derecha fundado hace apenas seis meses por el excomandante en jefe del Ejército, Guido Manini Ríos, un militar de carrera que fue ascendido y llevado a ese cargo por el propio Frente Amplio.

El partido de Manini Ríos se convirtió en el convidado de piedra de esta elección. Cabildo Abierto obtuvo algo más del 10 % de los votos en todo el país y, en la noche del domingo, su líder también anunció que sumaría sus fuerzas a Lacalle Pou para garantizar un triunfo de la oposición y la salida del Frente Amplio del poder. Con ese apoyo, la nueva coalición ya se aseguraba la mayoría en las dos cámaras del Congreso, lo que aumentaba su fuerza a la hora de presentarse ante la ciudadanía como una alternativa capaz de gobernar el país.

Panorama Complejo

Con esa realidad adversa, el candidato del Frente Amplio habló ante una multitud que se había reunido en la avenida 18 de Julio, la principal de Montevideo.

Martínez, que fue intendente de Montevideo y que se caracteriza por la moderación, se mostró sacudido por el resultado y utilizó un discurso de confrontación.

En el Frente Amplio se considera que la batalla no está perdida. Las encuestas de opinión pública previas a la primera vuelta mostraban un empate técnico entre Martínez y Lacalle Pou en un balotaje. La clave es determinar si la pérdida de mayorías parlamentarias por parte del Frente Amplio y los pronunciamientos de los líderes de la oposición, las encuestas cambian o siguen mostrando esa paridad.

“Los uruguayos decidirán si le dan a Frente Amplio cinco años más de gobierno”

La otra vereda

Cuando Martínez ya se había bajado de su escenario y todos los líderes de la oposición se habían pronunciado por un cambio, Lacalle Pou salió a hablar a los miles que, pese a la amenaza de lluvia en Montevideo, le esperaban en las puertas de su cuartel general.

Lacalle Pou lució calmado y se mostró en todo momento como el líder de una coalición que dará lugar a “un gobierno multicolor”. Un apoyo que el propio candidato blanco trabajó cuidadosamente durante una campaña en la que no atacó a ninguno de sus oponentes de la oposición y que terminó de tejer en los días previos a la elección del domingo, con reuniones y conversaciones personales con los líderes del Partido Colorado, Cabildo Abierto, el Partido de la Gente y el Partido Independiente.
La estética de la campaña de Lacalle Pou hacia el balotaje también cambió en la misma noche del domingo. Mientras hablaba, a sus espaldas se proyectaba la imagen de un militante envuelto en una bandera uruguaya. El eslogan “Es ahora”, que le acompañó durante todo el proceso electoral, mutó a un “Ahora sí”.

Lo que viene

El balotaje entre Martínez y Lacalle Pou se celebrará el último domingo de noviembre.

En las urnas los uruguayos decidirán si le dan a la coalición de izquierdas Frente Amplio cinco años más de gobierno o si la oposición llega al gobierno.

Quien sea que se ponga la banda presidencial el 1° de marzo de 2020, enfrentará una coyuntura compleja. Al fuerte estancamiento de la economía uruguaya, inversiones en baja y un déficit fiscal de cinco puntos del PIB se sumarán el deterioro del sistema educativo y la necesidad imperiosa de realizar ajustes en el sistema previsional.

Será preciso ajustar el gasto público a la baja, generar empleo y procesar en el Congreso reformas estructurales sin afectar las conquistas sociales de los últimos quince años. Todo un desafío que Martínez y Lacalle Pou competirán por asumir.

Autores

Álvaro J. Amoretti
Juan Carlos Gozzer

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