¿Tecnocracia o Política?: Reputación, Transparencia y Liderazgo

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[:es]La actual crisis ha puesto de relieve la necesidad de pensar el funcionamiento del capitalismo y revisar las bases sobre las que se valoran y se gestionan las empresas. La disociación entre creación de riqueza (comportamiento trimestral de las ventas y otros ratios parecidos) y la creación de valor (sostenible a largo plazo) ha conducido a unos resultados perversos.

Si la Alta Dirección evalúa y es evaluada únicamente de acuerdo con estos parámetros no saldremos de la situación actual. Necesitamos nuevos instrumentos de gestión empresarial, que pasan necesariamente por la economía de la reputación, basada en la capacidad de ser creíbles y generar confianza a los Stakeholders. Proponemos tres herramientas para apalancar el cambio y favorecer un nuevo modelo de gestión empresarial: Reputación, Sostenibilidad y Transparencia. La Reputación consiste en general valor en el largo plazo para el negocio sobre la base de un modelo de negocio que responda a la Quíntuple Cuenta de Resultados. La Sostenibilidad consiste en el establecimiento de una relación duradera y estable con el entorno, un modelo de negocio que permita que todos los actores ganen compartiendo valores y réditos. La Transparencia pasa por la mejor rendición de cuentas y estar abierto a la fiscalización y a la involucración de los Stakeholders críticos del negocio en su propia gestión.

En el Informe » ¿Tecnocracia o Política?: Reputación, Transparencia y Liderazgo» se puede ver cómo la Reputación forma parte de las disciplinas prioritarias de la Alta Dirección de una organización empresarial o institución y a su servicio deben asignarse los recursos, humanos y financieros, conmensurables con el reto asumido.

Jorge Cachinero, Director Senior de Reputación, Innovación y Desarrollo de LLORENTE & CUENCA

Juan Luis ManfrediProfesor de Periodismo en la Universidad de Castilla-La Mancha[:en]La actual crisis ha puesto de relieve la necesidad de pensar el funcionamiento del capitalismo y revisar las bases sobre las que se valoran y se gestionan las empresas. La disociación entre creación de riqueza (comportamiento trimestral de las ventas y otros ratios parecidos) y la creación de valor (sostenible a largo plazo) ha conducido a unos resultados perversos.

Si la Alta Dirección evalúa y es evaluada únicamente de acuerdo con estos parámetros no saldremos de la situación actual. Necesitamos nuevos instrumentos de gestión empresarial, que pasan necesariamente por la economía de la reputación, basada en la capacidad de ser creíbles y generar confianza a los Stakeholders. Proponemos tres herramientas para apalancar el cambio y favorecer un nuevo modelo de gestión empresarial: Reputación, Sostenibilidad y Transparencia. La Reputación consiste en general valor en el largo plazo para el negocio sobre la base de un modelo de negocio que responda a la Quíntuple Cuenta de Resultados. La Sostenibilidad consiste en el establecimiento de una relación duradera y estable con el entorno, un modelo de negocio que permita que todos los actores ganen compartiendo valores y réditos. La Transparencia pasa por la mejor rendición de cuentas y estar abierto a la fiscalización y a la involucración de los Stakeholders críticos del negocio en su propia gestión.

En el Informe » ¿Tecnocracia o Política?: Reputación, Transparencia y Liderazgo» se puede ver cómo la Reputación forma parte de las disciplinas prioritarias de la Alta Dirección de una organización empresarial o institución y a su servicio deben asignarse los recursos, humanos y financieros, conmensurables con el reto asumido.

Jorge Cachinero, Director Senior de Reputación, Innovación y Desarrollo de LLORENTE & CUENCA

Juan Luis ManfrediProfesor de Periodismo en la Universidad de Castilla-La Mancha

 [:pt]La actual crisis ha puesto de relieve la necesidad de pensar el funcionamiento del capitalismo y revisar las bases sobre las que se valoran y se gestionan las empresas. La disociación entre creación de riqueza (comportamiento trimestral de las ventas y otros ratios parecidos) y la creación de valor (sostenible a largo plazo) ha conducido a unos resultados perversos.

Si la Alta Dirección evalúa y es evaluada únicamente de acuerdo con estos parámetros no saldremos de la situación actual. Necesitamos nuevos instrumentos de gestión empresarial, que pasan necesariamente por la economía de la reputación, basada en la capacidad de ser creíbles y generar confianza a los Stakeholders. Proponemos tres herramientas para apalancar el cambio y favorecer un nuevo modelo de gestión empresarial: Reputación, Sostenibilidad y Transparencia. La Reputación consiste en general valor en el largo plazo para el negocio sobre la base de un modelo de negocio que responda a la Quíntuple Cuenta de Resultados. La Sostenibilidad consiste en el establecimiento de una relación duradera y estable con el entorno, un modelo de negocio que permita que todos los actores ganen compartiendo valores y réditos. La Transparencia pasa por la mejor rendición de cuentas y estar abierto a la fiscalización y a la involucración de los Stakeholders críticos del negocio en su propia gestión.

En el Informe » ¿Tecnocracia o Política?: Reputación, Transparencia y Liderazgo» se puede ver cómo la Reputación forma parte de las disciplinas prioritarias de la Alta Dirección de una organización empresarial o institución y a su servicio deben asignarse los recursos, humanos y financieros, conmensurables con el reto asumido.

Jorge Cachinero, Director Senior de Reputación, Innovación y Desarrollo de LLORENTE & CUENCA

Juan Luis ManfrediProfesor de Periodismo en la Universidad de Castilla-La Mancha

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