Identificar y crear vínculos para construir relaciones basadas en la confianza.
En base a los parámetros contemporáneos, la sociedad demanda mayores niveles de responsabilidad y transparencia. Identificar y crear vínculos de conexión con aquellos entornos con los que se comparte un interés, entre ellos las administraciones públicas, contribuye a ser más accesibles y construir relaciones basadas en la confianza.
Los tomadores de decisiones a nivel político o legislativo deben establecer un diálogo abierto y bidireccional con grupos de presión, sindicatos, empresas, entidades no lucrativas, instituciones académicas o think-tanks, entre otras comunidades, para entender las necesidades y demandas de sus grupos de interés y aplicarlas en el ejercicio legislativo y ejecutivo.
Establecer un diálogo, estar cerca y conectar con los tomadores de decisiones empresariales e institucionales se ha convertido en un requisito imprescindible para los Gobiernos y las Administraciones Públicas, ya que las conversaciones con todos los sectores que forman parte del tejido empresarial de una nación serán fundamentales para el impulso económico del país.
Las estrategias que los Gobiernos y las Administraciones Públicas emprendan en materia de comunicación y los asuntos públicos tendrán que tener un enfoque en el largo plazo favoreciendo una visión de Estado en su conjunto.
Por tanto, no solo se debe establecer un diálogo del Gobierno hacia la ciudadanía sino que se debe crear canales de conversación fluidos para los diferentes niveles que constituyen el Gobierno en su conjunto para que, en definitiva, el discurso de Marca País esté alineado.
Diseñar estrategias de escucha activa y diagnóstico de la reputación e impulsar la diplomacia pública 2.0 se ha convertido en una exigencia para los Gobiernos.
En cuanto al entorno regulatorio, es necesario establecer una aproximación integrada, desde el nivel local hasta el supranacional y desde un enfoque multidisciplinar.
Conectar los intereses del sector público y el sector privado genera oportunidades. Para ello, contamos con un equipo de especialistas en gestionar la influencia en ambas direcciones, gracias a nuestra fuerte presencia y red de contactos tanto en el escenario multi-país, como en el sector privado.
Los tomadores de decisiones a nivel político o legislativo deben establecer un diálogo abierto y bidireccional con grupos de presión, sindicatos, empresas, entidades no lucrativas, instituciones académicas o think-tanks, entre otras comunidades, para entender las necesidades y demandas de sus grupos de interés y aplicarlas en el ejercicio legislativo y ejecutivo.
Establecer un diálogo, estar cerca y conectar con los tomadores de decisiones empresariales e institucionales se ha convertido en un requisito imprescindible para los Gobiernos y las Administraciones Públicas, ya que las conversaciones con todos los sectores que forman parte del tejido empresarial de una nación serán fundamentales para el impulso económico del país.
Las estrategias que los Gobiernos y las Administraciones Públicas emprendan en materia de comunicación y los asuntos públicos tendrán que tener un enfoque en el largo plazo favoreciendo una visión de Estado en su conjunto.
Por tanto, no solo se debe establecer un diálogo del Gobierno hacia la ciudadanía sino que se debe crear canales de conversación fluidos para los diferentes niveles que constituyen el Gobierno en su conjunto para que, en definitiva, el discurso de Marca País esté alineado.
Diseñar estrategias de escucha activa y diagnóstico de la reputación e impulsar la diplomacia pública 2.0 se ha convertido en una exigencia para los Gobiernos.
En cuanto al entorno regulatorio, es necesario establecer una aproximación integrada, desde el nivel local hasta el supranacional y desde un enfoque multidisciplinar.
Conectar los intereses del sector público y el sector privado genera oportunidades. Para ello, contamos con un equipo de especialistas en gestionar la influencia en ambas direcciones, gracias a nuestra fuerte presencia y red de contactos tanto en el escenario multi-país, como en el sector privado.
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